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La historia Petra

La historia Petra

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Petra es un importante enclave arqueológico en Jordania, y la capital del antiguo reino nabateo, cuyos pobladores la llamaban Raqmu. El nombre de Petra proviene del griego que significa piedra, y su nombre es perfectamente idóneo; no se trata de una ciudad construida con piedra sino, literalmente, excavada y esculpida en la piedra.

El asentamiento de Petra se localiza en un valle angosto, al este del valle de la Aravá que se extiende desde el mar Muerto hasta el Golfo de Aagaba. Los restos más célebres de Petra son sin duda sus construcciones labradas en la misma roca del valle (hemispeos), en particular, los edificios conocidos como el Khazneh (el Tesoro) y el Deir (el Monasterio).

Fundada en la antigüedad hacia el final de siglo VIII a. C. por los edomitas, fue ocupada en el siglo VI a. C. por los nabateos que la hicieron prosperar gracias a su situación en la ruta de las caravanas que llevaban el incienso, las especias y otros productos de lujo entre Egipto, Siria, Arabia y el sur del Mediterráneo.

Hacia el siglo VI d. C., el cambio de las rutas comerciales y los terremotos sufridos, condujeron al abandono de la ciudad por sus habitantes. Cayó en el olvido hasta que en 1812 el lugar fue redescubierto para el mundo occidental por el explorador suizo Jean Louis Burckhardt (1784-1817).

Numerosos edificios cuyas fachadas están directamente esculpidas en la roca, forman un conjunto monumental único, que a partir del 6 de diciembre de 1985 está inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. La zona que rodea el lugar es también, desde 1993, Parque Nacional Arqueológico.

Desde el 7 de julio de2007, Petra forma parte de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.

Geografía

Petra se encuentra a mitad de camino entre el golfo de Agaba y el mar Muerto a una altitud de 800 a 1396 metros sobre el nivel del mar en un valle de la región montañosa de Edom, al este del valle del Arabah. Hoy, Petra está alrededor de 200 km al sur de la capital jordana Ammán, aproximadamente a 3 horas en automóvil.

La situación de Petra, construida en gran parte en la misma roca, como si de una escultura se tratase, está por eso mismo embutida entre rocas abruptas y empinadas, entre los pasadizos o pequeños cañones excavados por la erosión del agua a través de miles de años. Dispone de un suministro seguro de agua, lo que hace que sea un lugar propicio para el desarrollo de una próspera ciudad. El lugar es accesible sólo por un estrecho sendero de montaña por el noroeste, o al este a través de un cañón de aproximadamente 1,5 km de longitud y hasta 200 metros de altura, el Siq, el acceso principal, que en su lugar más estrecho mide apenas dos metros de ancho.

La presencia de agua y la seguridad proporcionada por el emplazamiento de Petra hizo de ella una parada natural en la intersección de varias rutas de caravanas que conectaban Egipto, Siria y Arabia con el sur del mar Mediterráneo, cargadas sobre todo con productos de lujo (especias y seda de la India, de marfil de África, perlas del Mar Rojo e incienso del sur de Arabia). La resina de árbol del incienso (Boswellia) era codiciada en todo el mundo antiguo como una ofrenda religiosa especialmente valiosa, y también como medicamento.

La actividad comercial generada por las caravanas y las tasas percibidas producían importantes beneficios para los nabateos. Como resultado, la ciudad albergó desde el siglo V a. C. un importante mercado hasta el siglo III.

Historia

La historia de Petra es larga, su valle era muy estimado por su fácil defensa. Sin embargo, sus primeros habitantes fueron nómadas, no hay huellas físicas de las viviendas más que a partir de la época nabatea, ya que esta civilización construyó y vivió allí durante mucho tiempo. Tras el período bizantino, el lugar es prácticamente abandonado, por lo que hay pocas fuentes que evoquen ese momento, lo que hace difícil reconstruir la historia de la ciudad durante un largo período. Tras el redescubrimiento de la ciudad por Jean Louis Burckhardt en 1812, se ha encontrado en los escritos de la antigüedad muchas fuentes que evocan la historia de Petra.

Vista panorámica del Alto lugar del Sacrificio en la parte inferior de la ciudad de Petra.

Neolítico

Los descubrimientos en el sitio de Beidha, a pocos kilómetros de Petra, han demostrado la existencia de instalaciones sedentarias que datan de un período estimado entre los años 30 000 y 10 000 a. C. El establecimiento más antiguo encontrado en Petra data de laEdad de Hierro.

Antigüedad

El lugar era un santuario religioso, político y cultural.

Periodo edomita

De acuerdo con León de Laborde, las primeras huellas de las instalaciones sedentarias edomitas en el sitio de Petra se remontan al final del siglo VIII a. C. Este pueblo dominaba entonces toda la región. Los edomitas optaron por instalarse en Umm al-Beira, las colinas cercanas a Petra, ya que se han encontrado varios emplazamientos en las cumbres. El mismo lugar ocupado más tarde por los nabateos, pobres constructores, pero muy reputados por la cerámica.

La región sufrió numerosas incursiones por parte de las tribus israelitas, pero permaneció bajo el control de los edomitas al menos hasta la anexión del territorio edomita al Imperio persa.

Según el Libro del éxodo (de la Biblia), los edomitas ―como descendientes de Esaú y enemigos de los hebreos― se opusieron al paso de Moisés. En un esfuerzo por localizar los sitios mencionados en el Libro del Éxodo, León Laborde y otros exploradores occidentales dieron nombres bíblicos a cada lugares, por ejemplo, Wadi Moussa (‘el arroyo de Moisés’) o Al-Khazne Firaun (‘el tesoro del Faraón’). Petra, como BOSRA no se conocerá hasta el siglo XX, como la ciudad mencionada en la Biblia (II Reyes, XIV, 7; Isaías, XVI, 1) con el nombre de Sela (en hebreo, «roquedal»), la capital de los edomitas, antes de que las investigaciones arqueológicas demostraran que se trataba de dos ciudades diferentes. Sela están más al norte.

Periodo nabateo

Las rutas comerciales terrestres de los Nabateos hicieron de Petra un centro de comercio importante para su época.

La llegada de los nabateos, pueblo nómada árabe, se remonta probablemente al siglo VI a. C., cuando entran en el país de Edom y toman el control de Petra. Los edomitas se desplazaron a la región de Hebrón, dejando el asentamiento.

La época nabatea está mejor documentada que otros tiempos de la antigüedad, pero la mayoría de los documentos (escritos en papiro y otros soportes que se descomponen con facilidad) se destruyeron, las fuentes que datan de este periodo son escasas, no nos quedan más datos precisos que los que quedaron grabados en las paredes de arenisca de la ciudad y las etapas de la construcción de sus monumentos, para ayudar a reconstruir esta época de su historia.

En el año 312 a. C., el general Antígono I Monoftalmos fracasa en su intento de capturar la ciudad.

En el siglo IV a. C., la ciudad abarca más de diez kilómetros cuadrados. Los nabateos son conocidos por su técnica de cerámica de alta calidad.

Hacia el final de siglo IV antes de C. y principios del III, los nabateos parecen totalmente independientes, a pesar del dominio regional de laDinastía tolemaica; y al fin del siglo III a. C., los nabateos apoyan a Antioco III, que expulsa a los tolomeos hacia el sur.

Entre el año 93 a. C. y el 90 a. C., el rey nabateo Obodas I derrotó a Alejandro Janneo en los Altoa del Golán, Poniendo fin a la expansión de los Hasmoneos en Petra y su reino. Conquistó los países de Moab y Gilead, al este de Jordania que volverá a perder después, a pesar de su nueva victoria sobre Jannée en el año 82.

En el año 85 Obodas I derrotó al Selúcida Antioco XII que murió en combate. A su muerte, Obodas fue daificado por los nabateos que organizaron su culto y construyeron el Deir en su honor.

El rey Aretas III, hijo de Obodas I extiende el reino de los nabateos hasta Damasco. La ciudad se desarrolla gracias al comercio de la ruta del incienso. Esta histórica ruta terrestre comenzaba en Yemen a lo largo de la costa oeste de Arabia y se dividía en Petra en dos ramas: una hacia el noroeste que llevaba a Gaza, y otra al noreste en dirección a Damasco. El agua y la seguridad hicieron de Petra un oasis para las caravanas del sur de Arabia, cargadas sobre todo de productos de lujo especias y seda de la India, de marfil de África, perlas del Mar Rojo e incienso del sur de Arabia, entre otros productos muy codiciados). La resina de Boswellia (el "árbol del incienso") fue codiciada en el mundo antiguo como ofrenda religiosa, especialmente valiosa, y también como medicina. La intermediación comercial y los aranceles producían importantes beneficios para los nabateos, que daba a las caravana agua y vivienda para pasar la noche, a cambio de un pago.

Tumbas Reales

El rey nabateo Malichos I y Obodas III hicieron fracasar muchas expediciones romanas en Arabia incluido en los años 25 y 24 a. C., el prefecto de Egipto Elio Galo. Los romanos trataron de encontrar el origen de las especias y los perfumes con los que comerciaban los nabateos para no pagar su intermediación.

La ciudad alcanzó su apogeo en el año 50. Contaba con 20 000 habitantes, pero las fuentes difieren mucho de este número: otras estimaciones van desde 30 000 a 40 000 habitantes.

Durante el reinado del rey nabateo Obodas III el reino experimentó un importante desarrollo cultural. En esa época se construyen la mayoría de las tumbas y los templos.

Los nabateos adoraban a los dioses y diosas árabes de la época preislámica, así como a algunos de sus reyes deificados. Dushara es el principal dios masculino, con su trinidad femenina: Uzza, Allat, y Manat. Muchas estatuas talladas en la roca muestran a estos dioses y diosas.

Diodoro de Sicilia y Estrabón son los únicos escritores conocidos de este período que dejaron testimonio escrito de Petra. Estos textos dan cuenta de las riquezas de este pueblo árabe, provenientes del comercio de las caravanas entre Asia y Europa, pero no están de acuerdo en su forma de vida: eran sedentarios o nómadas, campesinos o urbanos. El nombre semítico de Petra también se menciona en los Manuscritos de Qumrán.

Período romano

La provincia romana de Arabia Pétrea.

Plinio el Viejo la localiza perfectamente y nos otorga muchas notas de su economía.3​ Una confederación compuesta por diez Estados Ciudades situada no muy lejos de Petra llamada Decápolis hizo su aparición en la época de los romanos. Será sometida por Roma el año 63 a. C.

Entre los años 64 y 63 a.C., los territorios nabateos fueron conquistados por el general Pompeyo y anexados al Imperio Romano, en su campaña para reconquistar las ciudades tomadas por los hebreos. Sin embargo, después de la victoria, el imperio otorgó a Petra y a los nabateos una relativa autonomía, con la obligación principal de pagar impuestos y de proteger las fronteras de las tribus del desierto. Para esta época se comienzan a construir edificios al modo griego y se realizan las conocidas fachadas que evocan templos helénicos (como la que se aprecia en la primera fotografía de esta página).

En el año 106, probablemente después de la muerte del último rey nabateo, Rabel II Soter —ya que al parecer no hubo ninguna batalla— el reino fue anexionado por orden del emperador romano Trajano, acción que fue llevada a cabo por Corneio Palma, gobernador de Siria, una vez dominada se dejó acuartelada una legión en el lugar. Esto hizo de Bosra, que se convertirá rápidamente en la segunda ciudad más grande del reino nabateo, la capital de la nueva provincia romana de Arabia (provencia Arabia). El emperador Trajano renombró a Bosra (llamada entonces Bostra) como Nea Traiane Bostra, o Nueva Bostra de Trajano, y Petra recibe el título honorario de metrópoli (metrópoli). Un poco más tarde, en el año 114, Petra se convertirá en la base para los ataques contra el Imperio de los Partos en rán.

La apertura de las rutas marítimas en la época romana dio un golpe fatal a Petra y a los nabateos al desviar las corrientes comerciales de la ciudad. Desde la ocupación romana, algunas caravanas siguen parando en Petra, pero se vuelven cada menos frecuentes con el tiempo a pesar de la construcción de una vía romana de 400 Km, que conecta Bosra, Petra y el Golfo de Agaba. El emperador Adriano fue a la ciudad en el año 131 y le dio su nombre: Petra Hadriana.

El aumento en la construcción revela que la ciudad conoció, a pesar de todo, un período próspero durante la "Pax Romana." Con la reorganización del imperio, iniciada por el emperador Diocleciano, se convirtió en la capital de la Palaestina taertia o Palaestina salutaris. Los romanos encauzaron un río, el uadi, por un túnel debajo de Petra, reconstruyeron la calle mayor y levantaron el templo Qar el-Bint.​

Según la tradición árabe, Petra es el lugar donde Moises en el Éxodo del pueblo de Israel desde Egipto, hizo que brotase una fuente de la piedra, al golpearla con su bastón. La aldea cerca de Wadi Moussa y algunos otros lugares, todavía recuerdan a Moisés. Myriam, la hermana de Moisés, tiene una tumba allí.

Período bizantino

Detalle de un mosaico bizantino de la iglesia de Petra.

En el año 325 ―casi 500 años después de la creación de Petra como centro comercial— el cristianismo se convirtió en una de las religiones estatales del imperio, lo que influyó también en la provincia y en Petra. En el 330, el emperador Constantino I el Grande creó el Imperio romano de oriente, con su capital en Constantinopla. Petra y su provincia pasaron a ser parte de dicho imperio.

Petra era entonces parte del Imperio bizantino, y el imperio alentó —como en todo su territorio— la difusión de la fe cristiana mediante la construcción de iglesias. Los habitantes de la ciudad siguieron siendo fundamentalmente fieles a sus creencias, pero en el año 350 fue nombrado en Petra un obispo, y un siglo más tarde se construyeron en la ciudad grandes iglesias. Atanasio de Alejandría se refiere a un obispo de Petra llamado Asterius. El Deir fue incluso utilizado como iglesio durante este período, y durante las excavaciones se descubrieron una cruz pintada en sus paredes, y otras tres iglesias. La gran Tumba de las urnas de la época nabatea, que corresponde a la tumba de Ma,ichos II o Aretas IV Philopatris, se convirtió en una especie de catedral en el año 446. Al norte de Petra hay varias tumbas con una cruz tallada, lo que indica que los cristianos enterraron allí a sus muertos.

En el año 363 un fuerte terremoto ocasionó daños en los monumentos, incluido el teatro, y en los acueductos. En su descripción del terremoto y su poderosa réplica, Cirilo, obispo de Jerusalén, afirma que casi la mitad de la ciudad fue destruida cuando sucedió el terremoto, a la tercera hora, y en particular a la novena hora de la noche.

La ciudad se encontraba ya debilitada desde el comienzo de la dominación romana por el descenso de sus actividades comerciales; no fue reconstruida y se fue vaciando lentamente de sus habitantes.

Edad Media

Fortaleza en las ruinas de AL-Karak, a medio camino entre Ammán y Petra.

La conquista islámica de la región en los años 629 - 632 parece no haberse interesado por Petra. La última mención de Petra se encuentra en un texto escrito por Anthenogenes, obispo de la ciudad, hacia el final del siglo V o el comienzo del VI.

Conquistada por los árabes, cuya actuación sobre la ciudad no se conoce, Petra, que gradualmente se había vaciado de sus habitantes y se había convertido en una simple aldea en el año 700, es ocupada en última instancia por los cruzados antes de ser completamente olvidada.

Durante la Primera cruzada, la ciudad fue ocupada por Balduino de Boulogne del Reino de Jesuzalén y forma el segundo vasallaje de la baronía de Al-Karak en el Señorio de Transjordania.

Durante la dominación franca, se construyeron varias fortificaciones cruzadas en las fortalezas de Al-Wu’ayrah y Al-Habis.

La ciudad sigue en manos de los cruzados hasta el año 1187, cuando Saladino los derrotó en la Batalla de Hattín y Al-Karak tomando posesión de la región.

Un peregrino alemán llamado Thetmar dijo haber pasado cerca de Petra en 1217 y el Sultán az-Zâhir Rukn ad-Din Baybars al-Bunduqdari cruzó la ciudad en el año 1276.

Las ruinas de Petra fueron objeto de curiosidad durante la Edad Media, atrayendo algunos visitantes que dejaron constancia de su visita, como los sultanes Bibares de Egipto a principios el siglo XIII.

Período moderno

Jean Louis Burckhardt (1784-1817) se hacía llamar Sheikh Ibrahim.

Petra fue descubierta para el mundo occidental en 1812 por Jean Louis Burckhardts (1784-1817), un viajero suizo disfrazado de árabe, que se hacía llamar Sheikh Ibrahim. Siguió la ruta entre Damasco y Egipto, pasando por Jordania. Escuchó decir que a las afueras del pueblo de Wasi Musa, existían en medio de una fortaleza natural, unas ruinas extraordinarias. En esta región, que entonces pertenecía al Imperio otomano, se desconfiaba de las personas que curioseaban en las antigüedades consideradas como "obras de los infieles"; porque en ese momento la situación política y religiosa era tensa. Burckhardt se presentó como un peregrino que deseaba sacrificar una cabra al profeta Aarón, cuya tumba, construida en el siglo XIII, se suponía que estaba más allá de las ruinas, en la parte superior de Jebel Haroun. Acompañado de su guía, cruzó la ciudad antigua en agosto de 1812, sin poder por un momento pararse a tomar notas o dibujos, pero consciente de la importancia de tales restos y del hecho de que esas ruinas cercanas a Wadi Musa eran las de Petra. Entusiasmado, propagó la noticia entre los occidentales instalados en Oriente y en Egipto y expuso sus conclusiones en el libro Travels in Syria and the Holy Land, que se publicará en 1823, cinco años después de su muerte.

Se llevaron a cabo otros intentos de exploraciones de Petra, a pesar de la desconfianza de la gente.

En mayo de 1818 (seis años después de la expedición de Burckhardt), una docena de personas de Jerusalén, entre ellos John William Bankes, Giovanni Finati y los oficiales navales C. L. Irby y J. Mangles, lograron mantenerse un par de días en la ciudad, pero las rivalidades entre los jefes de las tribus les obligaron a abandonar antes de lo previsto.

A partir de 1828 se iniciaron las verdaderas primeras misiones arqueológicas. Y desde 1830, el asentamiento se convierte en un lugar para visitar, complementadas por peregrinaciones religiosas y en una fuente de beneficios para muchos jefes de las tribus de los alrededores.

En su origen, los nabateos eran un pueblo nómada, sus construcciones eran simples tiendas de piel de cabra.

Después excavaron habitaciones muy sencillas en la roca: con fachadas lisas, con una puerta en la parte inferior y uno o dos cortes en forma de escalera. Se trata de una adaptación nabatea de las tumbas sirias. Estando en constante contacto con las civilizaciones de su entorno, hizo que se inspiraran en sus estilos, especialmente en el de Alejandría.

En el siglo I se inició la construcción de estructuras monumentales: las tumbas del Deir, del Palacio y de Corintio. Durante el siglo II los constructores de la ciudad adoptaron detalles arquitectónicos helenística (friso, arquitrabe, pilastra…) y crearon un estilo nuevo de capitel todavía hoy llamado nabateo.

Utilizan cada vez más sólo las estructuras decorativas, algunas inspiradas en la cultura aborigen: rosetas, animales de la región o de otros lugares (elefantes, leones, águilas...), esculturas inspiradas en la antigua Grecia (incluidas las de Medusa que convertía al que la miraba en piedra), esfinges, grifos… Las familias más ricas de la ciudad contrataban arquitectos para crear tumbas que contienen fachadas muy decoradas. Asimismo, decoraban el interior de sus casas con estuco, pintadas en colores brillantes.

Estrabón dice que en Petra las autoridades Hacían pagar públicamente una multa a aquellos que reducían sus riquezas y daban honores a los que las aumentaban; muchas personas ostentaban sus riquezas mandando construir tumbas y monumentos imponentes.

Detalle de columna con decoración en forma de cabeza de elefante.

Aunque los edificios públicos, monumentos y tumbas indican una fuerte influencia helenística y de otras civilizaciones, con sus columnas, peristilos y otros detalles extranjeros, las zonas privadas, de los nabateos, donde dormían, comían y trabajaban, siguen el estilo árabe. A menudo carecen de ventanas y gustan de pequeños patios interiores tranquilos, como ocurre en el Oriente Medio. Los techos de las casas bajas (una o dos plantas), son planos y sin azulejos y todos, excepto los ricos, que prefiere mosaicos, tienen suelo de losas. A menudo hay bancos de piedra para sentarse durante las comidas, pero el resto del mobiliario parece haber sido la madera, porque no hay rastros de él. Las cocinas están ubicadas fuera de la casa principal para reducir al mínimo el riesgo de incendio, como es el caso en muchos otros países.

Los habitantes de Petra también construyeron muchos edificios con columnas, utilizadas dentro y fuera de sus edificios. Fuera, las que servían para separar los patios interiores y otras estructuras y, en el interior, para decorar y para separar las diferentes habitaciones.

Durante la ocupación romana, los romanos construyeron una calle recta, bordeada de pórtics con columnas, en dirección hacia el mercado de la ciudad; antes todas las calles seguían los contornos del valle, la calle principal seguía el curso del Siq.

La mayoría de los edificios de Petra no se construyeron sobre una red de calles sino en la terrazas naturales a lo largo de las paredes del valle, o excavadas en la roca. Los asentamientos se emplazan cerca de las fuentes y se formaron como sencillos campamentos tribales. En ez-Zantur, un área por encima de la calzada romana, encontramos las huellas de una casa de piedra del siglo I; en el mismo lugar hay una rica villa construida también en el siglo I.

En los lugares considerados sagrados para los nabateos, colocaron piedras elevadas formando un conjunto llamado «baétryles», literalmente casa de Dios. Servían para indicar la presencia de un dios. La entrada al Siq fue coronada por un gran arco, del que sólo quedan las huellas a un lado del cañón, a causa de los estragos de la erosión, de los Terremotos y de las innundaciones. A lo largo de las paredes hay pequeños nichos que contienen esculturas de dioses. Una muralla, de la que quedan muy pocos restos, protegía Petra y su valle de ataques enemigos.

Cabe señalar que la relativamente buena conservación de los monumentos se debe a que, por tradición, los habitantes de las aldeas vecinas han "mantenido" la ciudad hasta aproximadamente el siglo XIX.

Los principales monumentos

El Tesoro de Petra es el monumento más fotografiado de la ciudad.

Alrededor de Petra se encuentran tumbas excavadas en la roca que presentan fachadas de tipo helenístico incluido el célebre Khazné y el monasterio Deir. También se encuentran veinte rocas llamadas jinns que representan quizá a los dioses vigilando la ciudad.

El Siq también es representado a menudo por su lado misterioso y monumental así como la Khazneal-Firaun, calle central de Petra.

Hay un teatro que fue originalmente construido por los nabateos en el siglo I, con una capacidad de 3000 espectadores, y luego fue ampliado por los romanos en el 106 d. C. a 8500 espectadores. Fue tallado mayormente en la roca, pero la parte del proscenio fue construida con una mezcla de roca tallada y de albañilería; tenía una orquesta semi-circular y gradas en tres niveles superpuestos en forma de luna creciente. El teatro fue descubierto en 1961 y sacado a la luz por un equipo de arqueólogos americanos.

El Qasr al-Bint, fue uno de los principales templos de la ciudad y una de las pocas estructuras construidas, en vez de tallada en la roca. Destruido por un terremoto, fue reconstruido más tarde.

Muchos de los más grandes monumentos (el Khazneh, el teatro, Qasr al-Bint…) se construyeron durante el reinado del rey AretasIV Philopatris (del año -9 al año 40).

Durante la dominación bizantina, se construyeron grandes iglesias fastuosamente decoradas con piedra traída de Grecia, Egipto y otras tierras lejanas. A menudo utilizan el mármol y el granito en los antiguos templos nabateos y romanos. La "Iglesia bizantina", descubierta en 1990, fue construida en el siglo V, se encuentra al norte de la calle de las columnas. Se decoraron con mosaicos y teselas de vidrio y piedra, a veces cubiertas con hojas de oro. Su estilo era más bien greco-romano con detalles inspirados en Petra y sus alrededores, en sus plantas y animales. La iglesia fue víctima de un incendio al final del siglo V, que destruyó el mármol (repartido en más de 4000 fragmentos encontrados por los arqueólogos) y dañó más de 140 papiros que se mantenían en una sala adosada perteneciente a una familia acomodada.

Generalidades

El turismo se ha desarrollado en Petra después de la Primera Guerra Mundial. Anteriormente, la ciudad era accesible sólo a los turistas e investigadores, junto con guías locales y escoltas armadas. Beduinos nómadas que vivían en las ruinas de Petra en 1980 son ahora los guías turísticos o los comerciantes establecidos allí.

Petra es el sitio más visitado de Jordania. Sin embargo, el sector turístico depende de la estabilidad económica y política de la zona: En 2003 con la guerra de Irak, hubo sólo 160658 visitantes en Petra, y Jordania vio mermada la temporada turística 2002 y 2003. En comparación, el sitio de Jerash, el segundo lugar del país en número de visitantes, recibió 214550 visitantes en 2006, aproximadamente dos veces menos que en años anteriores.

Antes de entrar en el Siq, un centro turístico que incluye hoteles de lujo, se ha establecido a finales del siglo XX (la capacidad de la oferta de 23 hoteles repartidos por el este de Petra, con 589 habitaciones).

El precio de la entrada, y demás gastos, a este sitio es particularmente elevado para los habitantes de los países en vías de desarrollo. Esto se debe a que la mayor parte de los turistas de Petra son extranjeros, especialmente de Europa y de América del Norte. El sitio es un verdadero pulmón económico para Jordania.

La afluencia de moneda extranjera es la causa de la migración de personas al sitio de Petra y el pueblo de Gaia ha tenido un gran desarrollo demográfico.

Los beduinos y otros indígenas ofrecen a los turistas paseos en burro, caballo o camello, pero esta práctica es desalentada por las autoridades del parque y la Unesco debido a que el polvo levantado por las pisadas de los animales se incrusta en las grietas y rincones del Siq y de las ruinas, lo que produce daños.

Museos 

El teatro romano visto de frente.

Petra tiene dos importantes museos. El primero de ellos, el museo arqueológico de Petra, está situado en una antigua cueva nabatea en la colina de al-Habis. Presenta objetos de diferentes períodos, edomitas y romanos. Establecido en 1963, su colección está siendo sustituida tras la apertura del museo nabateo. El segundo, inaugurado en 1994 es el museo nabateo de Petra (Petra Nabataean Museum). Ayuda a tener información sobre la historia de Petra y los nabateos, sobre la geología de la región y presenta las excavaciones en varios monumentos y lugares importantes.

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