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Curiosidades

EL PEÓN

EL PEÓN

Artículo copiado del original para compartir...

Se que mi vida puede ser corta y mis avances muy lentos, he visto a muchos otros como yo morir comenzando, en la vida estamos rodeados de muchos con mas recursos y mas fuerzas algunas veces tomamos una posición estratégica y eso nos da mucho mas valor otras veces somos enviados a la muerte sin que importemos nada, en fin solo somos peones, el lumpen, el proletariado de la vida, el último escalón de la cadena.

En este juego solo avanzamos en una dirección, y de vez en cuando salimos de nuestra ruta para eliminar a otro que por descuido u otra circunstancia encontramos a nuestra merced.

Como casi siempre somos los primeros en ser asesinados por el enemigo a veces nos encontramos algunos de nosotros a un lado de la vida como mudos testigos en las sombras discurriendo criticas vacías que no llevan a nada, que no son oídas por los poderosos ni por el ser supremo en quien creemos y nos maneja a su antojo.

Muy de vez en cuando como consecuencia de los designios extraños que rigen nuestro cotidiano comportamiento llegamos al final, y de una manera extraordinaria alcanzamos la gloria y nos convertimos en los otros, los poderosos que pueden andar muy rápido y en otras direcciones los terribles amos de la vida (algunos de ellos pueden moverse en todas las direcciones y otros son inmortales) entonces al alcanzar tan supremo premio miramos a los que eran nuestros iguales con desprecio y arrogancia.

Es muy duro ser uno de nosotros, un peón en este juego que llamamos vida y es que el Ajedrez y la vida se parecen tanto que es posible que así como movemos las piezas en el tablero de dos colores, así seamos movidos como piezas por un Dios que no vemos, que solo intuimos en las diarias batallas.

Al terminar el juego sucede algo extraordinario que nos asemeja más aun a la vida o al ajedrez, todos sin excepción peones del lumpen y poderosos armados, vamos a una misma a caja muchas veces de madera con adornos de metal.

EL PODER DE LA PALABRA

Copia del original de Antony de Mello...

 

  "Cuenta la historia que en cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a su atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder sagrado de la palabra, y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás.

 - "Lo que usted dice no tiene ningún valor"- lo interpeló un señor que se encontraba en el auditorio.

El maestro le escuchó con mucha atención y tan pronto terminó la frase, le gritó con fuerza:

- "¡¡Cállate y siéntate, estúpido idiota!!".

 Ante el asombro de la gente, el aludido se llenó de furia, soltó varias imprecaciones y, cuando estaba fuera de sí, el maestro alzó la voz y le dijo:

 - "Perdone caballero, le he ofendido y le pido perdón; acepte mis sinceras excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estemos en desacuerdo".

  El señor se calmó y le dijo al maestro:

 - "Le entiendo, y también pido disculpas y acepto que la diferencia de opiniones no debe servir para pelear, sino para mirar otras opciones".

El maestro le sonrió y le dijo:

 - "Perdone usted que haya sido de esta manera, pero así hemos visto todos del modo más claro, el gran poder de las palabras, con unas pocas palabras le exalté y con otras pocas le calmé".

Las palabras no se las lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente. . .

  Las palabras curan o hieren a una persona. Por eso mismo, los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio. (Puedo entender porque...)

  Piensa en esto y cuida tus pensamientos, porque ellos se convierten en palabras, y cuida tus palabras, porque ellas marcan tu destino.

  Medita sabiamente para saber cuándo y cómo hay que comunicarse y cuándo el silencio es el mejor regalo para ti y para los que amas.

  Eres sabio si sabes cuándo hablar y cuándo callar.

  Piensa muy bien antes de hablar, cálmate cuando estés airado o resentido, y habla sólo cuando estés en paz.

  Recuerda que las palabras tienen poder y que el viento nunca se las lleva.

  Las palabras encierran una energía que bien puede ser positiva o negativa.

 Recuerda:

"Una cometa se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca"

 (Antony de Mello)

GANADOR O PERDEDOR?

Cuando un ganador comete un error,

Dice: Yo me equivoqué, y aprende del error.

Cuando un perdedor comete un error, dice: No fue mi culpa.

 

Un ganador trabaja más fuerte que un perdedor, y aún así

tiene más tiempo.

Un perdedor está siempre muy ocupado para hacer lo que es necesario.

 

Un ganador enfrenta, razona y supera el problema.

Un perdedor le da vueltas y nunca logra pasarlo.

 

Un ganador se compromete.

Un perdedor hace promesas.

 

Un ganador dice, quizá soy bueno, pero no tanto como me gustaría serlo.

Un perdedor dice, yo no soy tan malo como muchas otras personas.

 

Un ganador siempre está dispuesto intervenir ante una injusticia,

Un perdedor adopta una actitud indiferente.

 

Un ganador respeta a aquellos que son superiores a él y trata de aprender de ellos.

Un perdedor se resiente con los superiores a él y trata de encontrarles sus defectos.

 

Un ganador se siente responsable por algo más que su trabajo.

Un perdedor no colabora y siempre dice, yo estoy cumpliendo con mi trabajo.

 

Ganador o Perdedor?...

 En que parámetro quieres situarte?...

Estudia si no quieres volverte loco

lun ago 02 18:42

 

No sé si lo habéis notado, pero es una gran verdad que la gente con un mayor nivel de estudios tiene una mejor calidad de vida. ¡Ojo! Digo calidad y no nivel, ya que mucha gente pensará que con la que está cayendo: las generaciones mejor preparadas, con carrera, idiomas, etcétera, ¡y no tiene trabajo!, y yo hablando de calidad de vida.

No van por ahí los tiros, hablo de que la gente que se cultiva, que tiene objetivos, que lee literatura de calidad, toma cursos y que aprende durante toda la vida, muestra signos de envejecimiento a edades menos tempranas. ¿Un ejemplo de esto? Mario Vargas Llosa.

Son muchos los estudios que demuestran que gente con bajo nivel socioeconómico y educativo es mucho más propensa a enfermedades cardiovasculares.

También hay estudios que demuestran que tras la muerte, las personas que se cultivaban, tomaban cursos y estaban en constante aprendizaje tenían cerebros más pesados. De ahí que digan que si uno no usa el cerebro se le seca. Lo mismo que sucede con los músculos y con cualquier órgano que no se utiliza: se atrofia.

Aunque no lo creáis, esto puede ser un círculo vicioso o virtuoso. Una madre con un mayor nivel educativo se alimenta mejor que una con poca educación y cuando llega el tiempo del embarazo esto se reflejará en el bebé, y se puede volver a repetir el círculo. No es una ley, simplemente son mayores las probabilidades. Cuántos ejemplos tenemos de genios nacidos de la pobreza, con padres de bajo nivel educativo, los tenemos a montones.

Pensando en la demencia, que es el titular de este artículo. Las personas con mayor nivel educativo tienden a presentar menos problemas de alzheimer, y se tratan y acuden mucho más a los servicios médicos, y más pronto, si detectan alguna anomalía con su salud.

En fin, considero que la labor principal del ser humano, que lo diferencia de los animales, es esa precisamente, estudiarpensaraprender. Por desgracia hemos perdido mucho el norte y estamos más enfrascados en sobrevivir, como simples animales. Y el gran culpable de esto es, en gran medida, somos nosotros mismos y después, el sistema. Pero mientras no nos “cosifiquemos” y pensemos que para “sobrevivir” es necesaria la televisión de plasma, el coche último modelo, vacaciones tiro por viaje, etcétera, mientras no caigamos en la esclavitud  de las cosas, hay esperanza porque necesitaremos poco para subsistir y dedicar el resto de nuestro tiempo a actividades que nos hagan crecer de verdad: aprender a tocar un instrumento musical, escribir una novela, probar la carpintería, y mil cosas que nos mantengan activo el cerebro de una manera sana.

 

 COPIADO DEL ORIGINAL PARA COMPARTIR